Retratos de la memoria

Ver viejas fotografías y tratar de escudriñar a través de ellas en el pasado, puede ser una tentadora oferta, y pensándolo bien, quien no tuvo ese deseo, verdad?… si amás la historia te sentirás tentado sin duda alguna.

Pues eso sentí yo, cuando comencé a idear este proyecto de cómo preservar la memoria, al principio tomé de algunas fotos fascinantes de la antigua Asunción, que me sirvieron de inspiración, para pintar algunos cuadros y plasmar en el lienzo ese momento único en la historia.

Porque eso tiene la memoria, pues para los que amamos la historia, la memoria es vital, y la fotografía es una herramienta que perpetúa momentos,  y que aparte de ser vital, también hace de ese momento… inmortal.

Retratos de la Memoria, tiene como objetivo, recopilar la mayor cantidad posible de imágenes de lugares que ya no existen, y otros que aún valientemente permanecen en pie ante nuestros ojos, y que las ignoramos por el correr de nuestras premuras de tiempos ocupados por la inmediatez. 

Esta muestra –y este proyecto- en su conjunto, modestamente pretende hacer un pequeño llamado de atención, a preservar esa historia física que todavía existe en este Paraguay, que todavía nos falta por descubrir en su totalidad, pero que igual nos conmueve en muchos sentidos, pero a quienes sentimos la historia, cada pedazo de algo que se destruye, es como si una parte de nuestra memoria se perdiera, cada edificación que se desaparece es como el  Alzheimer que gana terreno en la memoria colectiva… y una vez que esa enfermedad toma posesión, sabemos que no hay vuelta atrás…

Del por qué esta muestra en la Ciudad de Luque?… creo que es un muy buen punto de partida, la fecha es emblemática, y además porque fue la segunda Capital de la República, una vez que se tuvo que evacuar Asunción, ya casi finalizando la Guerra Guasu. 

Cuando conocí Luque hace años, me quede impactado, pues habían rincones en que el tiempo parecían haberse detenido para siempre, y allí radicaba el misterio de mi curiosidad, fue algo así como amor a primera vista… camine por la ciudad y al hacerlo viajé en el tiempo –mi imaginación todo lo podía-, traté de sentir de cómo sería la vida en aquel tiempo, tanto antes de la guerra, como durante y después de la ocupación, del saqueo y el despojo… trataba que esas paredes, mudos testigos de esos tiempos me lo contaran, pero lo único que podía ver, eran cicatrices perpetuas en sus muros, cuando conocí la Plaza Gral. Aquino, la bauticé para mi en forma personal como Plaza Ancha, no sabía aún como se llamaba la misma, pero me pareció un buen nombre por lo grandiosa que era, es un espacio envidiable para cualquier municipio, eso no desmerita en nada el nombre que posee originalmente, y nada menos que evoca a un gran héroe como lo fue el Gral. Aquino. Caminé por la Plaza y me sentí envuelto en el pasado, sus casas alineadas en el fondo como en una línea interminable, era asombroso, sin duda había entrado en una cápsula del tiempo.

Caminé por los alrededores, llegué hasta la Estación, y veía el Tren pasar ante mis ojos atónitos, pasajeros que descendían y otros que abordaban con rumbo quien sabe a donde, mercaderías que subían y otras que bajaban, la Estación era un hervidero, los vendedores de delicias me ofrecían sus manjares con amabilidad, como solamente el paraguayo puede hacerlo. Seguí caminando y di vueltas por cerca del Cementerio, allí se encontraba la memoria de quienes habían habitado Luque, y de los que habían partido a mejores rumbos, quizá allí estaban ilustres desconocidos, quizá grandes héroes civiles anónimos y por supuesto militares de grandes batallas en ambas guerras, observar ese campo santo, era también una aguja en la historia, quizá hoy se vea muy colmado en su espacio físico, pero logre ver en el tiempo, cuando no lo era aún, sus cruces que eran más relucientes, los deudos concurrían con mayor frecuencia, mantenían y hermoseaban el lugar.

Volví en mis pasos y descubrí la Iglesia, la observe hidalga con todo su esplendor y jardín de entrada, realmente era señorial, mire en su pasado y ya no tenía en si, ese aire de Iglesia colonial, como lo fue en un principio similar a la de Yaguarón. Pero en sí ya develaba lo que sería en el futuro, con sus dos torres, era la única novedad de aquel tiempo ido allá por 1920, la Iglesia del Santuario Virgen del Rosario, había sido construida y remodelada sobre sus cimientos ya desde sus inicios… la rodeé para verla en toda su majestuosidad, y sí lo era, majestuosa…

Volví mis pasos hacia atrás a la “Plaza Ancha”, para volverla a ver en mi imaginación al gran terreno, que en sí estaba rodeado de esas casas hermosas, de las cuales me había enamorado para siempre.

Luque será el punto de partida a esta gran cruzada, por la preservación de la memoria… “Retratos de la Memoria” intentará retener en la retina del espectador aquello que ya no existe, o los que aún tenemos la oportunidad de defender un patrimonio, y el premio será… heredarla a nuestros hijos.-

Gustavo Rodríguez Jara. (Autor) / Luque; 17 de Febrero del 2020.-

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