
De la luz del miedo a la luz de la memoria
Reflectores de luz se encienden en medio de las tinieblas. Contradictoriamente, es una luz que no trae luz, sino más oscuridad. Es la luz del terror que hurga entre las sombras y se mete en los resquicios cotidianos, en la intimidad de los hogares, buscando víctimas. El cañón rastreador de los ejércitos de la noche, persiguiendo a los fugitivos, a los que piensan distinto, a los que se resisten a someterse al plan de exterminio, a los que buscan poner a salvo su dignidad y su libertad.
El génesis de una dictadura se puede contar en 27cuadros que resumen de un modo magistral y terrible el dolor y la resistencia heroica de tantos pueblos y todo un continente. Los trazos claroscuros de Gustavo Rodríguez Jara se internan en las venas abiertas de América Latina para ir retratando, paso por paso, la manera a la vez sutil y violenta en que el miedo se infiltra en todos los estratos sociales, hasta volverse un sistema de poder totalitario que domina el tiempo y se respira en el aire.
Las siluetas humanas concebidas como figuras geométricas, evocando a monolitos u obeliscos, ayudan a dar la dimensión monstruosa en que el miedo se corporiza, y esos siniestros haces de luz que barren el suelo y el cielo, desde la tierra o desde el aire, remiten tanto a los aviones bombarderos militares sobrevolando el Palacio de La Moneda en Santiago, como a los faros de los autos Falcon verdes cazando obreros en las calles de Buenos Aires, o los reflectores en la sala de torturas de la Técnica, en Asunción.
Los dibujos de Gustavo Rodríguez Jara describen la dramática experiencia que él y su familia sufrieron con el golpe militar de Pinochet, en Chile, pero en ellas se reflejan por igual las de las dictaduras en Paraguay, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador o Guatemala. Mas allá de los matices o las particularidades de cada cuadro, hay una historia común, todavía reciente, que late en las venas abiertas y condiciona nuestro presente y nuestro futuro.
Los cuadros de Gustavo hablan de la luz del miedo, pero también de la luz de la memoria, que enciende nuestra esperanza y renueva nuestro compromiso de luchar para que estas escenas nunca más se repitan.
Andrés Colmán Gutiérrez (1)
(1) ANDRÉS COLMAN GUTIÉRREZ
Profesión: Periodista y Escritor. Editor del Diario Ultima Hora. Ganador en 1985 del Premio “Vladimir Herzog”, de Periodismo y Derechos Humanos, otorgado por la Federación Nacional de Periodistas del Brasil





